Sea cual sea la realidad que percibimos siempre habrá cambios, la vida sostenida en los hilos del tiempo es una constante evolución, a la que debemos adaptarnos, de ahí la importancia de renovarse todo el tiempo y de mantener una mente abierta.

¿En qué nos beneficia tener una mente abierta? Es importante estar alerta en esto que es fundamental para tener un equilibrio en todos los ámbitos en los que nos movamos.

Renovarse es esencial en términos de funcionalidad, para seguir siendo útiles y vigentes tanto en en una relación familiar como en lo laboral. Quien no se renueva se vuelve obsoleto, pasa al olvido, de ahí que todos de una u otra manera entramos a un proceso de renovación continuo.

Aunque es preciso aclarar que la renovación debe tener un enfoque, una orientación, objetivos, saber hacia dónde vamos, de lo contrario solamente serás víctima de tu contexto, como náufrago te aferrarás a lo seguro y eso para tu mente es lo conocido, lo rutinario, lo que no implica un riesgo, lo cual te llevará a las aguas más calmadas del prejuicio y la cerrazón.

Por eso es importante renovarse para mantener una mente abierta. Ser de mente abierta es una actitud que te permite flexibilidad de ideas y, por lo tanto, adaptabilidad en ese mundo cambiante en el que vivimos.

Una mente abierta sabe digerir la información, aterrizar ideas y aprovechar las oportunidades. Tu cerebro está despierto, alerta, trabajando, jamás se adormecerá en el área de confort.

Tener una mente abierta es importante porque ganas en seguridad en ti mismo, ya que vences miedos y te enfrentas a los desafíos, en vez de evadirlos.

Te da la facilidad de moverte en distintos ámbitos y destacar, porque sabes escuchar, entender y ser empático. No te cierras a ideas, posibilidades, explicaciones, etcétera.

La gente que se renueva y es de mente abierta siempre está vigente, joven de espíritu y actitud. Son personas con equilibrio, con tranquilidad interior y que tienden a trascender.