La auto-realización, revocación de uno mismo o la satisfacción por alcanzar nuevas metas solamente se alcanza con una mente clara que pueda trazarse un camino en el que se autoanalice para saber que impulsar en uno mismo, qué desechar y qué modificar.

Sin embargo, no es tarea fácil, siempre hay muchos obstáculos e interiormente se generan bloqueos que no nos permitirán crecer, cambiar o alcanzar ciertos objetivos. En este sentido, uno de los principales enemigos con las “creencias limitantes”, fácil de establecerse en uno, de nutrirse y de pasar desapercibidas.

Una creencia limitante es algo que damos por verdadero en nosotros, pero solamente es una percepción distorsionada por uno mismo al grado que lo vemos como la realidad más palpable. La alimentamos por tanto tiempo que se convierte en una barrera que no podemos derrumbar, que nos estanca o nos limita en una situación, en un contexto o en un estado que no queremos, pero del que no podemos escapar hasta el punto que nos conformamos y ya ni luchamos por salir de ahí.

Las creencias limitantes afectan todo nuestro ser, nuestro entorno y nuestras decisiones, así que tienen que ver en el ámbito personal, laboral, profesional, familiar, etcétera. Por eso es necesario saber identificar tus propias creencias limitantes para tenerlas a la vista, para luego llegar a cuál es su origen, para así saber cómo mitigarla o eliminarla.

Aquí tienes algunos consejos de cómo detectar tus propias creencias limitantes:

- Las creencias limitantes tienen un lenguaje propio y gustan de las frases como “no puedo”, “no es para mí”, “ya no es mi tiempo”, “y si pasa esto o aquello”, “es que…”. Si en tu vida utilizas muchas frases, cuidado están hablando tus creencias limitantes.

- Cada vez te llenas de más temores y te da más nervios hacer las cosas.

- Notas que tienes emociones desequilibradas, es decir, en una situación explotas enérgicamente o al contrario te reprimes demasiado.

- Constante sensación de angustia.

- Si te llenas de pretextos. Deseas muchas cosas, quieres cambios en tu vida, no te gusta algo de ti o de tu entorno, pero no hay ninguna acción.

- Estás lleno de insatisfacción y quejas. Todos te lo dicen, pero tú piensas que el mundo es el que está mal y tú no.

Trata de detectar las creencias limitantes y atácalas una a una; piensa en algo específico, algo como emprender un proyecto y toma acciones para que lo hagas pese a pretextos, negativas o generalizaciones. Muchas creencias limitantes las traemos desde niños por la influencia y condicionamiento de los padres, pero también puedes generar otras más en una etapa adulta, así que la alerta debe ser constante y la batalla continua.