Lacoste
Por Claudia Khiabet Garcilazo 
 

Desde 1926, Lacoste, la firma del cocodrilo, marca tendencias en el mundo de la moda y las campañas de publicidad, esta vez con su campaña para crear conciencia sobre el tema de los animales en peligro de extinción.

 

En una serie limitada de sus clásicos polos deportivos, colocó las figuras no solo de su clásico cocodrilo, sino de animales como la vaquita marina, la tortuga de Birmania y el cóndor de California.

 

La campaña se lanzó en conjunto con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y su asociación SOS, Save Our Specie, para recaudar fondos a favor de las diferentes acciones para la preservación de la fauna.

 

En total, se crearon diez diseños diferentes y de cada uno, se hicieron las piezas que coincidieran con el número total de especies existentes en el mundo y que aún viven en su hábitat natural, es decir:

 

  • 30 polos de vaquita marina
  • 40 polos de tortuga batagur de Birmania
  • 50 polos de lémur comadreja
  • 67 polos de rinoceronte Java
  • 150 polos de gibón de cresta negra
  • 157 polos de loro kakapo
  • 231 polos de cóndor de California
  • 250 polos de saola
  • 350 polos de tigre de Sumatra
  • 450 polos de iguana de la isla de Anegada

 

Cada animalito presenta el típico color y estilo verde que su hermano el cocodrilo. La colección de 1 775 piezas a 158 euros cada una, fue presentada en el marco de la Semana de la Moda en París y agotó sus piezas en tan solo 24 horas.

 

Ideas disruptivas

Lacoste se ha distinguido por patentar una serie de inventos relacionados con el mundo deportivo:

 

  • 1928 | La máquina lanzapelotas de tennis

 

  • 1933 | El polo de manga corta

 

  • 1963 | Raqueta de tennis de acero

 

  • 1964 | Amortiguación para limitar las vibraciones de las cuerdas de la raqueta

 

  • 1980 | Driver de golf

 

 

¿Pero por qué un cocodrilo?

 La historia del símbolo de la marca, nació cuando su creador, René Lacoste, formaba parte del equipo francés de la Copa Davis de 1923. Durante un viaje vio una maleta de cocodrilo y su entrenador, Alan Muhr, bromeó con él diciéndole <<Si ganas, te la compro>>.

 

La anécdota se hizo popular gracias a un periodista del Boston Evening Transcript, quien comenzó a referirse a Lacoste como <<El cocodrilo>>; en 1926, inspirado en su apodo, le pide a su amigo Robert George que diseñe un cocodrilo el cual aparecería bordado por primera vez en el blazer de René.

 

Descubre el poder de las campañas de publicidad, que puede ser para beneficio de una marca...o todo lo contrario.

 

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