Todo comunica, pero comunicar con estrategia nos brinda orden, control y medición de resultados, así que siempre será mejor comunicar con una intención para no dejar abierto un mensaje que puede mal interpretarse o simplemente no llegar.

Esto aplica para todos los ámbitos y el empresarial no es la excepción, donde la comunicación es fundamental para funcionar. De manera general, una empresa requerirá dos formas de comunicarse: al exterior (sea con clientes, proveedores, compradores, etc.) y al interior (con todos sus colaboradores).

Hasta hace unos años la comunicación interna no se estaba trabajando con dedicación, lo importante que tiene que decir una empresa se dejaba a un lado para sus colaboradores, a veces el mensaje sin gran esfuerzo terminaba por llegar a algunos u otras veces no permeaba en nadie.

Cuando se vio la importancia de la comunicación interna, los grandes corporativos y empresas medianas comenzaron a aplicar estrategias para transmitir a sus colaboradores aspectos de la empresa, de los procesos, objetivos y valores; de tal forma que un trabajador informado y compenetrado es una pieza clave por su disposición a laborar por una compañía con la que se identifica.

Así que no descuides jamás tu comunicación interna para que opere bien tu empresa. Te dejo 5 claves de cómo ayuda la comunicación interna a tu corporación:

  1. Factor de integración. Si realizas una labor constante para comunicar los valores de la empresa, hacia dónde van, los objetivos, el por qué de una acción, los colaboradores se integrarán más a sus equipos de trabajo, a su compañeros y a la empresa en general.
  2. Menor rotación. Un personal informado es más atento, se involucra más de manera positiva en lo que tenga que ver con la empresa; aunado a que un buen programa de comunicación interna conlleva mayor capacitación para los colaboradores. El resultado será menor rotación laboral porque tendrás trabajadores contentos, integrados, que valoran su empleo.
  3. Satisfacción al cliente. Cuando logras que tus colaboradores se integren y se alineen hacia los objetivos y valores de la empresa, todo va a fluir siendo el más beneficiado el cliente porque encontrará en cualquier nivel una gran atención, respuesta y seguimiento de sus necesidades.
  4. Efectividad. Nada mejor que comunicar de forma clara, digerible y esquematizada los procesos de trabajo, esto ayuda a estructurar, tener orden y control de cada área. Todos laboran con objetivos claros y eso hace que los problemas se resuelvan más fácilmente; los colaboradores incrementan su desempeño.
  5. Rentabilidad. Si sumamos todo lo anterior obtienes una empresa que trabaja con orden, con menos errores, optimizando tiempos, con trabajadores más productivos, mejorando la satisfacción del cliente y al final: mayores ganancias para tu empresa.