Si realizar esfuerzos publicitarios para una marca implica importantes retos, hacerlo para dos o más es un desafío que requiere de planeación, control y tener en vista un objetivo muy claro para lograr los resultados esperados.
Esto pasa con el cobranding, es decir, la unión de dos o más marcas en una estrategia publicitaria en la búsqueda de incrementar notoriedad, ventas, territorio o impulsar un producto o servicio específico.
El cobranding tuvo un boom relevante en los años 90, luego la competencia desmedida y devoradora hicieron que ya no fuera una opción tan potente, pero eso no quiere decir que haya muerto, simplemente se adaptó y actualmente algunas marcas lo han intentado con éxito.
Que dos marcas busquen un mismo objetivo no es difícil, pero hallar un paralelismo en valores, formas, tipos de comunicación, ahí sí que no es tarea fácil porque cada marca tiene una voz, se dirige de distinta forma a su audiencia y están tan acostumbradas a ser protagonistas de su historia que a veces es complicado el poder hacer una sinergia.
Por eso el cobranding se implementa para campañas específicas y en un periodo bien definido, no se hace una sinergia de largo plazo de toda la vida, sino que se establece un objetivo específico de qué se quiere lograr al sumar esfuerzos.
Se puede hacer cobranding para ganar notoriedad, para sumarse a una causa, para complementarse ya que su esencia se enlaza de forma natural o la audiencia los vincula al decir “si adquiero tal producto necesariamente compraré este otro artículo”, como café y una taza o quizá cuando se integran en un nuevo producto como un helado que saca un nuevo sabor de galleta.
Lo principal para realizar un cobranding es compartir valores, visiones, un mercado; buscar una relación ganar-ganar, hallar una marca que realmente complemente y tenga una trayectoria como la nuestra. A veces puede parecer que no tienen nada que ver, pero si se analiza y se tiene un punto de cruce es una oportunidad de cobranding, siempre estudiando el contexto particular de lo que se difundirá o de los pilares sobre los que se sustentará toda la comunicación.
No hay en sí un momento específico en el que puedas lanzar una campaña de cobranding, eso lo vas notando conforme avanzan tus esfuerzos publicitarios, de hecho es el propio mercado o tus audiencias quienes te dan indicadores de que podrías hacer algo junto con otra marca; hay que estar atento, saber escuchar y evaluar la posibilidad.
Ninguna estrategia debe ser forzada, menos una de cobranding, tiene que notarse una cierta autenticidad de las marcas que las una, si no es así, la campaña se condenará al fracaso.
Si logras tener marcas con quienes puedas implementar un cobranding hazlo, te dará grandes ventajas como contar con sinergias potentes, aumentar tu cuota de mercado, incrementar posicionamiento o notoriedad, darle más solidez a tu imagen, encontrar nuevos mercados o audiencias, darle vuelo a la originalidad y creatividad, ser más rentable y vender más.