Con la tendencia de las remestarizaciones o remakes de películas emblemáticas infantiles como Aladino, Dumbo o El Rey León, muchos señalan que se acabaron las buenas historias para películas de este género o que la imaginación agotó las tramas, aunque en realidad es una gran estrategia de marketing que las empresas podrían replicar en algún momento.
Las lecciones son diversas y cualquier negocio, sin importar su industria o giro, podrían tomarlas para generar sus campañas:
- Entender que esto no es nuevo, siempre se ha hecho en el ámbito cinematográfico y en otros sectores, basta ver cuántas versiones hay de películas de cómics, de King Kong o de Godzilla; los ramkes son un gran recurso para volver a colgarse de una temática que en un momento fue exitosa o que está en el colectivo de la gente.
- Las historias no se agotan porque siempre habrá una manera diferente de contarlas, tomando otros ángulos o renovándolas como en el caso de El Rey León que usó nuevos aspectos tecnológicos. Tu marca dice algo, pero si siempre cuentas la misma historia porque te funciona, puedes seguir haciéndolo pero cuéntala de otra manera.
- Recuperar una temática de impacto te permite detonar una serie de campañas alrededor de esta, así que dependiendo los periodos bajos en cuanto a ventas quizá valdría la pena desarrollar una campaña de temporalidad con base en un “remake” o en una versión con algo actualizado, quizá una estrategia que repitas cada año, pero renovándola, por ejemplo, Julio Regalado que es lo mismo en esencia, pero se cuenta de diferente modo.
- A la vez tienes la oportunidad de hacer una versión que sea más contundente que las anteriores. Quizá en la historia de tu marca hubo campañas que no impactaron tanto, pero sabes bien que no era su momento, su contexto o no tenías ciertos recursos, tal vez en la Era actual tienes a la audiencia justa para retomarla.
- Este tipo de estrategias como la que se utiliza al hacer un remake de El Rey León van más a la segura cuando antes tuvieron éxito porque ya cuentas con la fórmula y el público cautivo. Aunque también corres el riesgo de que la audiencia vaya en contra si no manejas bien tu campaña, porque serán más críticos.
Analiza tu marca, las sub marcas que posees, cada uno de tus productos o servicios, muchas veces vamos con uno o dos caballos de batalla que mantienen el negocio, por qué no tomar algo que se dejó de explotar, pero que tuvo su impacto en un contexto particular; lo recuperas, lo traes a la luz nuevamente con una estrategia específica en la que se vea renovado.
Asimismo, tienes la posibilidad de adaptarte a tu audiencia o a tu buyer persona, piensa que tus consumidores y fieles seguidores de marca crecen, evolucionan, no es lo mismo ofrecerle algo a un adolescente que a un joven o a una persona adulta, en ese ciclo muchas veces las marcas se pierden o pierden a su público porque sus seguidores envejecieron y ya no les interesa la misma comunicación y las nuevas generaciones ven esa misma comunicación como obsoleta.
Busca algo que haya conectado realmente a tu público y apela a la nostalgia, eso siempre funciona, por eso la audiencia que esperó vehementemente para ver El Rey León es aquel que la miró de niño, que se quedó como una película icónica y ahora la verá por nostalgia, por esa conexión emocional que le provocó. Claro, de paso se ataca a una nueva audiencia infantil con el objetivo de crear ese vínculo.