Desde hace años y en diferentes etapas el email marketing se ha dado por muerto, debido al impulso que han tenido otros canales publicitarios. Sin embargo, ha logrado mantenerse e inclusive resurgir.
El envío masivo, indiscriminado y sin estrategia de mails llevó a esta herramienta a una mala reputación, afectando su uso para fines publicitarios. Contar con una base de datos era una idea tentadora para tratar de mandar un mensaje y obtener clientes, ventas, presencia o suscripciones.
El gran error del uso de este recurso fue obtener contactos por diferentes medios, quizá con otros objetivos, para luego utilizar dichos contactos sin ninguna segmentación con un mensaje que era completamente intrusivo.
Tuvo que pasar tiempo para el resurgimiento del email marketing y lo hizo de la mano del desarrollo de las técnicas inbound, con las que se genera una estrategia integral de atracción de clientes, con una segmentación adecuada de los lead obtenidos y un mensaje enfocado que brinda valor para quienes lo reciben.
Con la automatización de los procesos para envío de mails, respuesta y los denominados workflow el email marketing se consolidó en una nueva etapa que ha funcionado con objetivos claros. Por lo que se ha convertido en una herramienta eficiente para acompañar todo el recorrido de compra y lograr resultados en las etapas de conversión, cierre y fidelización de una audiencia.
Las claves de un email marketing efectivo es que a pesar de la automatización se tenga un alto nivel de personalización, una atención y servicio, seguimiento adecuado y que siempre se otorgue valor.